miércoles, 10 de noviembre de 2010

COSECHAR Y TRILLAR MAÍZ

Cuando se comenzó a sembrar maíz por esta zona, se lo hacía en poca cantidad, solo para el consumo de la casa (mantenimiento de gallinas y chanchos), se sembraba detrás del arado nomás, las hileras salían re-chuecas, y cuando llegaba la época de recolectarlo, lo hacían los miembros de la familia, sacaban las espigas con chalas. Paso seguido era reunirse por las noches con vecinos y algún pariente, y tras mates, cuentos, risas,cantos y casi seguro algun que otro chisme; iban deschalando las espigas, al mismo tiempo elegían a las mas suaves que estaban contra los granos que luego eran ocupadas para hacer colchones, otros se ocupaban de desgranar a mano,con ayuda de un marlo o un dispositivo que se colocaban en los dedos. Cuando se terminaba este trabajo en esta familia acordaban cuando y donde era la próxima, y ahí concurrían todos para ayudar.

Mas adelante aparecieron unas máquinas manuales para desgranar, ¡ todo un progreso!!! se admiraban lo rápido que terminaban. Debido a esto comenzaron a sembrar mas cantidad de hectáreas, ya no podían recolectarlo ellos mismos entonces, contrataban personas de otros lugares (peones golondrinas ) venían desde Córdoba, Santa Rosa, San Javier... esta pobre gente llegaban a caballo a veces esos animales estaban muy flacos, lo mismo que ellos. Juntaban el maíz desde el amanecer hasta la caída del sol. Pero al sentarse a la mesa ya sea para desayunar, almorzar o cenar, había que llenarlos, con el desayuno me contaba mi suegra, el clásico café con leche o mate cocido con leche, y se preparaban rodajas de pan casero con miel o dulce, un buen pedazo de chorizo en grasa, y si no venía mal un trozo de queso de cáscara colorada, todo junto,por las dudas las mujeres levantaban las cosas de la mesa ellos estaban bien surtidos. Al pasar varios días ya mermaba el apetito, y los caballitos se ponían al día en los potreros de alfalfa, se iban a sus pagos con varios kilitos de más, personas y animales.

Esta gente juntaba y deschalaba en la chacra las espigas y las colocaba en bolsas (porque esa era la forma de pago), estas bolsa eran volcadas en una "troja"( tejidos especiales que se superponían unos sobre otros, se dejaba orear bien y se contrataba una máquina tirada por caballos para trasladarla de un campo a otro y poseía un motor a explosión para funcionar, con los marlos obtenidos los guardaban para prender fuego o para calentar el horno de barro.

Recién varios años después aparecieron las trilladora autopropulsadas bastantes parecidas a las de hoy, sin tanta tecnología.

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